Dermatitis ulcerativa en una cerda
En una cerda de unos 3 años, durante la inspección ante-mortem, se observan múltiples áreas multifocales, irregulares, marcadamente enrojecidas, de aspecto húmedo, ligeramente prominentes, y con punteado blanquecino en su contorno, en la piel (partes ventrales). Las zonas afectadas presentan alopecia. El aspecto morfológico post-mortem es significativamente diferente y poco evidente: se observa un leve enrojecimiento y pérdida parcial de la piel.
El estudio histopatológico de las muestras de piel, tomadas antes del escaldado de la canal, evidencia lesiones de dermatitis ulcerativa crónica grave. En la periferia de las úlceras se observa hiperplasia y hiperqueratosis de la epidermis con costras semiadheridas. En las regiones ulceradas se aprecia abundante tejido de granulación y, en el aspecto más superficial, acúmulos de bacterias e infiltrado inflamatorio rico en leucocitos polimorfonucleares neutrófilos. En la dermis se aprecia un infiltrado inflamatorio linfoplasmocitario perivascular y perianexal.
No hay evidencias que permitan identificar la etiología de la lesión, de hecho, se descarta mediante un tinción de Grocott la presencia de estructuras fúngicas. Algunos autores clasifican este tipo de lesiones, de etiología no determinada, dentro del Síndrome de Dermatitis Ulcerativa Porcina o PUDS, del inglés, Porcine Ulcerative Dermatitis Syndorme. La patogenia de estas lesiones parece que podría estar ligada al depósito de inmunocomplejos.