BLOG

Historial de consultas

El curioso caso de la oveja con los linfonodos “verdes”

Recibimos una consulta referente a una canal de ovino de engorde que presenta una coloración verdosa de todos sus linfonodos (preescapulares, inguinales, renales…). En el examen post-mortem no se reportan alteraciones en ninguna otra víscera. Nos remiten uno de los linfonodos afectados para realizar su estudio histopatológico y esclarecer la naturaleza de la lesión.

Histológicamente se pudo apreciar una profusa infiltración por leucocitos polimorfonucleares eosinófilos maduros del linfonodo, con distribución multifocal generalizada y básicamente asociada a los senos linfáticos del órgano, y rodeando todo el tejido linfoide preexistente (folículos linfoides). Además, de manera difusa, se pudo observar una infiltración de la misma población eosinofílica en la cápsula del linfonodo y en el tejido adyacente a la cápsula. El tejido linfoide, además, presentaba una ligera activación e hiperplasia.

Los hallazgos histológicos se caracterizaron bien y, de hecho, concuerdan con el aspecto macroscópico de los linfonodos. La presencia de gran número de eosinófilos otorga un tono verdoso a los tejidos, similar a lo que pasa en bovinos con la miositis eosinofílica, la cual muestra una tonalidad verdosa evidente. No obstante, el diagnóstico y la etiología de este proceso ha quedado en discusión, contemplándose las siguientes posibilidades:

• Parasitaria: las reacciones parasitarias suelen ser eosinofílicas, y se puede esperar una acumulación de eosinófilos en los linfonodos que drenan los tejidos parasitados. No obstante, en este caso es improbable por el hecho de que todos los linfonodos tuvieran el mismo aspecto. Además, no se describen infiltraciones eosinofílicas de este grosor en respuesta a parasitaciones.
• Desorden mieloproliferativo: en humanos se reconocen la leucemia eosinofílica crónica y el síndrome hipereosinofílico. Ambas se corresponden con una proliferación sistémica de eosinófilos maduros que se liberan a la circulación y pueden infiltrar variablemente algunos órganos. La leucemia es un proceso neoplásico y el síndrome hipereosinofílico es su contraparte reactiva, aunque a veces la línea entre los dos procesos no se encuentra bien definida. Aunque no está formalmente descrita en ovejas y sin saber la edad del animal, se contempló esta posibilidad. Para ayudar a decantarse por esta opción, hubiera estado útil el estudio histopatológico de otras vísceras, principalmente médula ósea, hígado y bazo, órganos que típicamente presentan células mielopoyéticas en contextos proliferativos (tanto neoplásicos como reactivos).
• Mastocitoma: Se contempló la posibilidad que la infiltración eosinofílica fuese secundaria a un mastocitoma diseminado, relación que se observa frecuentemente. En este sentido, se realizó un estudio de marcadores (C-Kit) y no se observó una presencia incrementada de mastocitos respecto a un linfonodo de oveja sano.
• De manera similar, la reacción de hipersensibilidad tipo I (mediada por IgE) típicamente cursa con un reclutamiento intenso de eosinófilos mediado por mastocitos.

Desafortunadamente en este caso no se pudo llegar a un diagnóstico concluyente, aun y revisando profundamente la bibliografía existente. No obstante, estos casos suelen resultar los más interesantes al suponer una oportunidad de discusión y revisión. Quizás este misterio quedará sin resolver o futuros casos nos ayudaran a investigar más. Des del equipo del SESC agradeceremos vuestro feedback, y si alguna vez habéis visto linfonodos “verdes” nos podríais dejar un comentario.  (AC)

Linfonodo de canal de ovino. A la sección se observa una coloración ligeramente verdosa del linfonodo en su totalidad, de manera difusa.

Presencia de eosinófilos en los senos subcapsulares, envolviendo los folículos linfoides.

Detalle a más aumentos de los eosinófilos infiltrando el linfonodo. Los eosinófilos se encuentran bien diferenciados, a juzgar por la presencia de gránulos rojizos y por el núcleo bilobulado.