Septicemia por Staphylococcus spp. en un canal de cordero
Recibimos una consulta de una canal ovina de 5 meses de una partida de 28 animales, que presenta lesiones diseminadas por toda la canal, incluyendo hígado, pulmón, bazo, tejido subcutáneo de una extremidad y linfonodos. Las lesiones son de tamaño pequeño, y pese a tratase de un cordero, levantan la sospecha de tuberculosis entre el servicio Veterinario oficial, por lo que se mandan muestras de los diferentes órganos afectados al SESC.
Macroscópicamente todas las vísceras estudiadas presentan una distribución multifocal generalizada de las lesiones, que presentan un tamaño pequeño (milimétricas, en ocasiones coalescentes), así como una consistencia dura y coloración blanquecina. En seccionarlas, revelan un centro necrótico que crepita ligeramente a la sección.
Histológicamente se corresponden con extensas áreas irregulares de necrosis lítica multifocales a coalescentes con abundantes neutrófilos degenerados en su interior. Se encuentran delimitadas por una banda de macrófagos espumosos y una fina banda de tejido fibroso maduro (cápsula incipiente) e inflamación mononuclear variable en intensidad. Además, el centro necrótico se encuentra frecuentemente mineralizado y presenta abundantes colonias bacterianas (cocos) ocasionalmente agrupados en tétradas, rodeadas de material eosinófilo ligeramente refringente (material de Splendore-Hoeppli). El diagnóstico anatomopatológico, por lo tanto, es hepatitis, esplenitis, neumonía y fascitis piogranulomatosa y necrotizante multifocal a coalescente grave y crónica con bacterias intalesionales.
Estos hallazgos son suficientes para concluir que las lesiones derivan de una septicemia bacteriana y descartar tuberculosis. Para definir el agente causal, se realiza una tinción de gram, con resultado positivo. Además, se realiza cultivo microbiológico que permite el aislamiento muy abundante de Staphylococcus coagulasa positivo en las diferentes muestras estudiadas (hígado, linfonodos hepático y mediastínico).
La distribución de las lesiones (multifocal generalizada) indica que se ha producido una diseminación sistémica bacteriana que ha producido las lesiones. No obstante, la localización subcutánea focal a la extremidad posterior izquierda hace sospechar que la vía de entrada fue una potencial herida cutánea que ha permitido su entrada, y posterior diseminación al resto de vísceras. Recordamos la importancia de analizar canales en caso de una mínima sospecha de tuberculosis, en este caso el aspecto macroscópico de las lesiones no era clarificador dado su pequeño tamaño. (AC)