Pielonefritis por E. coli en una canal de cerdo
Nos remiten muestras de riñón de una canal de cerdo, macho híbrido de 6 meses de edad. El servicio veterinario oficial nos comenta que además de encontrarse afectada la corteza, con zonas blanquecinas rodeadas de un margen hemorrágico, observan que la pelvis se encuentra dilatada.
Al realizar la histopatología se observan lesiones compatibles con una pielonefritis, con presencia de bacterias e inflamación supurativa en los túbulos renales. Se envían a cultivar y se obtiene crecimiento puro y abundante de E. coli.
Aunque la apariencia de las lesiones puede recordar a una nefritis embólica (como la que se podría dar en un caso de mal rojo) la distribución de éstas, próxima a los polos renales y la presencia de la dilatación de la pelvis puede sugerir una potencial pielonefritis. Las imágenes típicas y clásicas de pielonefritis se corresponden con lesiones crónicas con presencia de retracción y pérdida de corteza renal, fibrosis... pero una pielonefritis más incipiente acostumbra a presentar áreas de hemorragia y necrosis similares a las del caso que se nos presenta.
En cuanto a la etiología habitual de las pielonefritis, encontramos Actinobaculum suis como responsable clásico y especifico de estas lesiones, básicamente en cerdas adultas, aunque también se describen habitualmente como agentes causales del complejo cistitis-pielonefritis bacterias de los géneros Streptococcus, Staphylococcus, T. Pyogenes, y el agente aislado en este caso: E. coli. (AC)