Un dia cualquiera en un matadero de conejos (2022)
El pasado junio organizamos un taller práctico de identificación y descripción de lesiones para veterinarios oficiales de matadero. Para ello, recogimos vísceras y canales decomisadas de diferentes mataderos avícolas y de conejos, que fueron objetos de discusión durante la sesión. En esta entrada se recogen aquellas lesiones más frecuentes y/o interesantes, de las cuales también se recogieron muestras en formol para realizar su estudio histológico. (AC)
El patólogo y colaborador del SESC, Carlos López-Figueroa, dirigió la discusión de decomisos en canales de conejos.
CASO 1
Extremidad de conejo. Con una distribución focalmente extensa se observa un acúmulo de material blanquecino en la fascia y músculo de la extremidad, que profundizan a la sección y se encuentra rodeado de áreas milimétricas enrojecidas (petequias).
En la histología se corresponde con una infiltración heterofílica (*) del músculo y la fascia: miositis y fascitis supurativa subaguda.
Estas lesiones en conejo se acostumbran a asociar a infecciones bacterianas, generalmente por P. multocida, que a través de una herida ganan acceso al tejido subcutáneo. En estos casos es importante confirmar que se trata de una infección localizada y que no hay evidencias de diseminación sistémica (lesiones o abscesos en otras localizaciones).
CASO 2
Canal de conejo. En esta canal se pueden observar múltiples lesiones nodulares a la cavidad abdominal, así como en la axila. Las de la cavidad abdominal ocupan gran parte de la zona retroperitoneal derecha, envolviendo el riñón derecho, así como adheridas al hígado. Todas ellas, a la sección, presentan un contenido blanquecino pastoso (pus) y una cápsula fibrosa de 2-3 mm de grosor.
Ésta es una presentación habitual de lesiones producidas por infecciones por P. multocida, aunque otros patógenos pueden causar lesiones similares (T. pyogenes, Staphylococcus spp...).
En la histología la lesión se corresponde con un absceso, es decir, una colección de restos necróticos. A la izquierda de la imagen se observa necrosis lítica (pus) y al centro se reconocen heterófilos viables y degenerados. Entre este material se pueden observar restos necróticos con mineralización distrófica (flecha roja), así como ocasionales colonias bacterianas (flecha negra). Este material se encuentra delimitado -a la derecha de la imagen- por una zona de transición inflamatoria (con predominio de macrófagos espumoso), rodeados por tejido de granulación en diferentes estados de maduración, que finalmente se convierte en tejido fibroso maduro, conformando la cápsula del absceso.
CASO 3
Riñones de conejo. En este caso se observan formaciones quísticas multifocales en ambos riñones, que se encuentran tanto en la corteza como medula, y miden 1-4 mm de diámetro.
Se corresponden con quistes renales, llenos de líquido seroso, que derivan de la dilatación del espacio urinario de la nefrona (corpúsculos y/o túbulos). Abajo y a la derecha se pueden observar que el quiste se encuentra tapizado por un epitelio cúbico atenuado, prueba del epitelio que revestía el túbulo. Los quistes renales pueden tener múltiples causas, pudiendo ser congénitos o secundarios a alteraciones renales -no observadas en este caso-.
CASO 4
Extremidad posterior de conejo. La región del muslo se encuentra enrojecida y presenta un aspecto ligeramente gelatinoso de manera focalmente extensa. A la apertura se observa un hematoma (coágulo de sangre) entre los planos musculares y el tejido subcutáneo.
Al diseccionar la extremidad se evidencia una fractura del fémur, que ha provocado la extensa hemorragia.
Este tipo de fracturas suelen derivar de la manipulación del conejo, por ejemplo, durante la carga o descarga de los animales y son un indicador de falta de bienestar animal a matadero. Dada su anatomía y comportamiento, al sujetar al animal se pueden provocar movimientos bruscos de las extremidades posteriores, resultando en estas fracturas. Otro punto de fractura en estas situaciones suele ser la columna vertebral, que suele cursar con paraplejia posterior.
CASO 5
Intestino grueso de conejo. En este caso se puede observar una marcada distensión del intestino grueso (ciego y colon) con abundante gas en su interior.
Al abrirlo, se puede observar como el contenido se encuentra mui fluidificado (recordemos que en este tramo tendría que ser pastoso). Además, en el recto no se observaban heces formes y presentaba contenido pastoso, hecho anormal en conejos. Todos estos hallazgos se resumen con el diagnóstico morfológico de enteritis catarral, refiriéndose a la fluidificación del contenido.
En los conejos se acostumbra a hacer referencia al síndrome digestivo en estas situaciones, donde la patología es resultado de una combinación variable de agentes y factores ambientales. Entre los agentes que podemos encontrar, cabe destacar que pueden ser bacterianos (como E. coli), víricos (como rotavirus, coronavirus), o parasitarios (como coccidios). Respecto a los factores ambientales son importantes todos aquellos que puedan alterar la motilidad intestinal, como el estrés o la dieta (alteraciones en la relación fibra-proteína).